El recorrido de Cat Bradley

Cat Bradley comenzó a correr en la Universidad de California en pistas de atletismo antes de continuar en el Trail Trail. Rápidamente se convirtió en una de las mejores del mundo en competencias como Rio Del Lago o UTMB. Ella nos cuenta sobre su carrera deportiva y la importancia del material para lograr tales actuaciones.

Empecé las carreras en la Universidad de California en Santa Barbara en el equipo de atletismo como especialista de los 800 m. Pronto me di cuenta que era la montaña y no la pista lo que me encantaba. Con ganas de aventura y de descubrirme, decidí irme a recorrer el sendero de los Apalaches a pesar de la poca experiencia que tenía con este tipo de grandes recorridos. Durante este primer gran viaje en la naturaleza, la vestimenta más caliente que tenía eran mi poncho y chándal de algodón. No sabía ni lo que era una esterilla de trekking. A pesar de las dificultades, esta experiencia activó en mí a partir de entonces una pasión las actividades al aire libre, ahora imprescindible en mi vida.

Mis resultados en 2015 en el Bear 100 (161 km en 23h02, el 7º tiempo más rápido femenino del momento) despertó mi espíritu de competición en un deporte que había abordado hasta entonces de una forma más distendida. En 2016, decidí aumentar mucho mis entrenamientos por semana, alrededor de treinta kilómetros previamente, permitiéndome terminar varias veces en el podio con algunas victorias. En noviembre 2016, incluso gané el ultra Trail Río Del Lago 100 (161 km), batiendo el récord femenino establecido desde hacía 11 años. Después de un invierno difícil entre entrenamientos antes del alba y un trabajo a tiempo completo como maestra en preescolar, mi recompensa fue una muy buena temporada 2017, con una victoria en el Western States 100 (161 km). Desde entonces, tengo la oportunidad de poder viajar alrededor del mundo para entrenarme y participar en numerosas carreras. En 2018, conseguí buenos resultados con el 8º puesto del UTMB y la primera americana.

Por supuesto, un entrenamiento intenso para preparar estos eventos principales es un factor esencial de mi éxito como corredora de trails. Sin embargo, si mi programa de entrenamiento no me inspirara, no tardaría mucho en dejarlo. Así que hago el esfuerzo de correr siempre que puedo en mis senderos preferidos para asegurar una mezcla ingeniosa de largas salidas en montaña para simular los ultras y salidas más intensas para conseguir los FKT (Fastest Know Time, los tiempos más rápidos conocidos) para simular la velocidad rápida de las carreras. Cuando preparo un ultra de 161 km, programo las salidas nocturnas suficientes para entrenarme a correr en terreno técnico con mi linterna frontal ACTIK CORE para iluminar el camino.

El material juega un papel muy importante en un ultra Trail, sobre todo en montaña. Sin material fiable, seguro que me habría perdido en medio de cualquier lugar hace tiempo. Esto es lo que llevo en mi mochila:

Un reloj GPS Suunto 9: Soy una fanática de los datos. Me gusta mirar en un mapa por donde he pasado (soy un poco friki, ya lo sé), calcular mi velocidad y compararla con mis marcas anteriores. Además, el Suunto 9 permite cargar un itinerario antes de salir para utilizarlo y seguir fácilmente un sendero que no conoces. Aparte de algunas salidas fuera de temporada para divertirme, nunca salgo a correr sin mi reloj.

Zapatillas de Trail Salomon: Tengo el honor de formar parte del equipo de Salomon Running. La marca aborda los deportes outdoor de un modo lúdico y atlético a la vez, con una de las gamas de zapatillas más completa del mercado. Suelas muy o poco dentadas, caucho tan adherente que nunca resbalan y colores que van del sobrio al llamativo. Te costará mucho decidirte. Las zapatillas que prefiero varían según la salida, pero entre mis preferidas: la S-lab Ultra 2, unas zapatillas ágiles diseñadas para correr en montaña en terreno técnico y las Sense Pro Max cuando mis pies necesitan un poco más de amortiguación.

Calcetines PF de Feetures: Tengo una fascitis plantar crónica. Empecé a utilizar los calcetines PF de Feetures durante el invierno de 2017 después de haberme desgarrado cerca del 40% de la fascia plantar. Nunca salgo a la montaña sin estos calcetines. Me alivian desde que me los pongo y comprimen lo suficiente como para reforzar el arco plantar durante todo el día.

Mochila Advanced Skin 5 con bidones flexibles: Cuando nos entrenamos en montaña se requiere una mochila ultraligera para llevar agua, nutrición, vestimenta cálida y otras cosas. Durante una larga jornada de montaña, prefiero una mochila de 5 a 10 litros. Para la carrera, la mochila Advanced Skin no se mueve mucho y tiene la capacidad para llevar todo lo que necesito.

Una botella plegable con filtro de agua Katadyn BeFree: Al fundirse la nieve en verano, hay fuentes de agua por todas partes en los itinerarios de montaña, de riachuelos a torrentes pasando por lagos alpinos impresionantes. Un filtro de agua me permite aligerarme y estar tranquila en caso de urgencia.

Comida: ¡No hay nada mejor que tomarse la merienda en la cima! Para alimentar mis aventuras alpinas, siempre llevo conmigo una buena fuente de glúcidos para evitar que desfallecer. Prefiero las barritas energéticas de SIS, pero también me gustan los dulces, brownies y bolitas de arroz.

Una frontal Petzl: No importa mucho cuánto dure la aventura o si sales relativamente temprano durante el día, siempre hay que llevar una frontal en la mochila en caso de urgencia. Sin embargo, como atleta, a veces corro hasta 10 horas con una frontal en la cabeza. Así que es importante entrenarse por la noche para probar el material. Prefiero la linterna frontal ACTIK CORE. Es compacta y recargable, resiste a las inclemencias del tiempo y proporciona una potencia de iluminación suficiente para que no me golpee contra una rama o no me aleje demasiado del sendero. Además, siempre llevo una BINDI conmigo como linterna de emergencia. Es compacta y ocupa muy poco espacio en la mochila.