¿The Speed Project? Una loca carrera que une Los Angeles con Las Vegas- parte I

The Speed Project es una carrera de relevos un poco atípica de 550 kilómetros, que une Los Angeles con Las Vegas pasando por el Valle de la muerte. Los equipos están compuestos por seis corredores, así como por los acompañantes que siguen a los corredores con coche caravana. No hay reglas predefinidas, los relevos se hacen según lo que apetece a los corredores, sólo el último kilómetro se corre con todo el equipo. Descubre las peripecias de un equipo francés The French Fraires, en la 5ª edición de The Speed Project.

5, 4, 3, 2, 1 GO! ¡Pistoletazo de salida, empieza la aventura!

“Salida del puerto de Santa Monica en Los Angeles”

Necesitamos algunas horas para salir de Los Angeles y encontrar las llanuras. ¡A por los espacios abiertos! Los paisajes se van aplanando y las montañas de cimas nevadas aparecen a lo lejos. En esta etapa de la carrera, nos centramos sobre todo en la hidratación y la alimentación, a no lesionarnos y ahorrar en esfuerzos para encadenar los relevos sin tensión.

“Relevo entre dos corredores”

La primera noche llega...

La primera noche llega después de 240 km de carrera, los 100 próximos kilómetros serán terribles. La noche y el silencio son ensordecedores y nuestros sentidos se amplifican. Los mínimos ruidos resuenan en el aire, los olores se hacen más presentes y los caminos parecen extremadamente largos. Una vez que la puerta de la caravana se ha abierto, de nuevo nos lanzamos al “ring”, los primeros pasos al salir de la caravana son siempre los más difíciles.

“La van de los French Fraires”

Una vez solos, nos dejamos guiar por el haz luminoso de nuestra NAO+, es la única cosa que nos permite avanzar con tranquilidad hasta el siguiente relevo. La luz ilumina, tranquiliza y te da confianza. Y cuando estamos lo suficientemente tranquilos, lo más bonito es apagar este foco luminoso para admirar el cielo estrellado del desierto de Mojave. Entonces se pueden contemplar los miles de puntos luminosos diseminados en la noche oscura. Después, para no tardar, y porque la adrenalina está en su punto culminante, continuamos y encendemos de nuevo el frontal, lo que nos permite llegar al punto de encuentro del corredor siguiente.

“Sólo el haz luminoso de la linterna frontal permite avanzar con tranquilidad en el desierto Mojave”

¡Cruzamos el desierto en plena temporada de serpientes de cascabel! Cada paso está meticulosamente pensado. El objetivo de estos 100 km no es ir rápido, sino llegar sanos y salvos. Al mínimo ruido, giramos la cabeza en esa dirección, esperando a no enfrentarnos a eso que nos atemoriza, intentamos acabar con nuestros miedos.

Los primeros problemas llegan

Al amanecer, el sol reemplaza al haz luminoso de la linterna frontal, aporta calor y se convierte en nuestra guía durante las próximas horas. El viento sucede a la noche y los primeros problemas llegan con él: problemas de digestión, hipoglucemia, aislamiento…

“Los últimos paisajes de California son increíbles”

De aquí a algunos kilómetros vamos a dejar atrás el estado de California para entrar en el estado de Nevada con su ciudad mítica, Las Vegas. Las vistas son espectaculares. Los últimos paisajes de California son increíbles, la luz rasante del sol poniente infunde colores magníficos a las montañas y a los llanos desérticos.