Una jornada en los árboles con Benoit
Benoit es podador en altura, alpinista consumado y diseñador. Aunque su cabeza suele estar en las alturas, sabe también tener los pies en la tierra y así creó su propia empresa. Apasionado de su profesión, nos cuenta uno de sus proyectos… ¡y no precisamente el más simple!
5 Agosto 2020
Poda
¿Tu nombre?
Benoit
¿Nacionalidad?
Francesa
¿Cuál es tu profesión, experiencia y qué quieres contarnos sobre lo que más te apasiona o motiva?
Soy podador en altura desde hace 10 años. Después de haber trabajado en Francia y en el extranjero (Canadá y Australia), creé mi propia empresa, Arbres et Solutions. Un podador en altura es un especialista del árbol, capaz de establecer un diagnóstico y escoger la intervención más adecuada. Mi profesión consiste en hacer cohabitar de la mejor forma posible los árboles y el entorno urbano.
También me dedico a la formación (referente técnico en un liceo agrícola para el Certificado de Especialización Arboricultor-podador) e inspector de EPI. Soy miembro de la Sociedad Francesa de Arboricultura y participo cada año en los campeonatos de poda que organiza.
En paralelo, me preparo para convertirme en guía de alta montaña. Practico regularmente varios deportes de montaña. Este invierno con mi compañera, cruzamos los Pirineos en esquí de montaña (en 40 días, ¡con 39 días de buen tiempo!)
Finalmente, cuando el tiempo no me permite estar fuera, dibujo.
(Empiezo a publicar algunos dibujos aquí: https://www.instagram.com/ben.reviers/)
¿Puedes presentarnos la empresa?
Arbres et Solutions
Poda y cuidado de los árboles (gestión del patrimonio arbóreo)
Francia
Háblanos de uno de vuestros proyectos...
¿Cuál es el objetivo a alcanzar?
Tuvimos que desmontar en grupo tres cedros del Atlas (Cedrus Atlantica): talarlos en pequeños trozos escalando por el árbol. Para ello utilizamos técnicas de retención en tirolina: los trozos de ramas son retenidos por cuerdas para que no golpeen contra el suelo y estropeen las infraestructuras alrededor del árbol. Finalmente, tuvimos que utilizar una grúa móvil para cortar y evacuar los troncos más grandes.
¿Cuáles fueron los medios instalados?
Cuerda de trabajo para el escalador, sistema de retención de las ramas, tirolina y grúa móvil.
¿Cuáles son los puntos específicos, los desafíos y las dificultades?
El proyecto implicaba a tres cedros con una altura de unos treinta metros con un diámetro en el suelo de 1,30 m… en un jardín minúsculo, ¡rodeado por 2 cobertizos de jardín y una pared de escuela! El único acceso era una pequeña puertecilla, a través de la que teníamos que hacerlo pasar todo.
¿Cuáles son los puntos fuertes de vuestro proyecto?
El proyecto duró cuatro días, ¡lo que es largo para un proyecto de poda! Una gran cooperación entre los dos escaladores se hizo necesario en ese momento: uno estaba en el árbol y el otro en el suelo para gestionar la retención mediante tirolina (a veces cambiábamos los roles).
Lo importante era comunicarse bien antes y durante, y escoger las técnicas más apropiadas. Fue un proyecto delicado y muy técnico, por el gran tamaño de los árboles que teníamos que derribar y las enormes dificultades de acceso.
¿Cómo es tu día a día en esta profesión?
Escalar por los árboles y practicar diferentes trabajos (corte, derribo, atirantado, diagnóstico sanitario).
¿Nos puedes explicar alguna anécdota divertida o experiencia personal que destaques?
He tenido la suerte de ir a trabajar a la Guyana, en el corazón de la canopia de la selva amazónica. Es una experiencia inolvidable. Muchas veces ni veía donde estaba anclada mi cuerda de ascenso y a cada metro, descubría plantas, insectos, sonidos… ¡Era mágico! Es fascinante acceder a estos medios de biodiversidad tan intensos.
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