Comunidad News y vídeos Nightmayer

Nightmayer

2 Abril 2020

Escalada

El eminente británico Steve McClure lleva recorriendo las paredes del mundo entero desde hace décadas. Pero lo que más le gusta es desafiarse a sí mismo en la roca de su propio país. Así es como se convirtió, en 2017, en uno de los pocos escaladores que logró un 9b con Rainman en Malham. En 2019, saldó una cuenta pendiente con un desafío que le había estado rondando por la cabeza durante mucho tiempo: escalar a vista Nightmayer, ¡una vía difícil, compleja y comprometida!

Una escalada típicamente británica

Nightmayer. El mayor desafío de The Cromlech, sin duda el mejor y más famoso lugar de escalada clásica británico. Desde siempre en la historia de la escalada local, las vías situadas en las dos caras lisas de este diedro son objetivos de preferencia para los escaladores:

Cenotaph Corner (E1),
Left Wall (E2),
Resurrection (E4),
Right Wall (E5),
Lord of The Flies (E6)...

Cada una de estas líneas es de gran categoría y representativa de lo que es la experiencia única de la escalada clásica a la inglesa: grandes largos sostenidos, gestión compleja de las cuerdas para asegurar, protecciones escasas y difíciles de colocar, movimientos muy técnicos, todo en un entorno montañoso excelente.

Pero aquí encontramos otro "clásico", denominado Nightmayer, que aún queda fuera del alcance de la mayoría de los escaladores. Un E8 difícil, equivalente a un buen 8a en escalada deportiva, con apenas lo suficiente para protegerse, la vía sólo ha tenido algunas escasas ascensiones.

Proyecto de altura

"Esta vía desde hace tiempo ha estado en mis planes, recuerdo con admiración la primera ascensión en 1992. Con el tiempo, comencé a pensar que yo también podría lograr esta línea, con entrenamiento, por supuesto... Y luego surgió la posibilidad de hacerla a vista. Esta idea me entusiasmó, ya que los desafíos de esta envergadura y calidad no son tan comunes. Una vía que podría llevarme más allá de mis límites, tanto físicos como mentales. Cuanto más lo pensaba, más claro era: ¡era mi vía definitiva! Única en su género, probablemente nunca encontraría un desafío mayor: un único intento, ganas o pierdes. Podría trabajarla para estar casi seguro de encadenarla, pero la satisfacción no estaría a la altura.

Pero había más que eso para tener en cuenta: una caída al final de la vía podría ser fatal. Hay protecciones para colocar, pero muy pocas. ¿Llegaría a encontrarlas? ¿Son realmente difíciles de colocar? ¿No saltarían en caso de una caída? Con una dificultad intrínseca de 8a, me daría un 50% de posibilidades de éxito, si la vía estuviera equipada, si no tuviera miedo y si escalara completamente concentrado y en control. Pero, ¿cómo podría comportarme ante una gran caída potencial en una repisa? Francamente, no tenía ni idea."

Escoger el momento adecuado

"Empecé a prepararme. Planificar racionalmente. Alzando la mirada hacia esa cara para visualizar las líneas imaginarias de seguridad o peligro. Evaluando los tramos críticos y dónde poder recuperarme. Terminé convenciéndome de que mi plan era sólido. Sin embargo, tuve que poner todo a mi favor: condiciones climáticas, condición física, vía limpia y seca, idealmente con algunos rastros de magnesio (¡lo que demuestra que estaba muy limpio y seco!). Esperé el momento adecuado. Esperé todo un año, pero este desafío no se podía realizar precipitadamente. Apresurarse habría significado fracasar. Y de repente, me encontré allí, atado al extremo de la cuerda, con el casco en la cabeza y todo el material preparado en el arnés. Todo estaba en su lugar. No tendría una mejor oportunidad. Una gran motivación y empecé..."