Lavado de una cuerda semiestática nueva antes de utilizarla
Alertas de seguridad
- Lea atentamente las fichas técnicas de los productos utilizados en este consejo antes de consultarlo. Usted debe comprender la información de la ficha técnica para poder comprender este complemento informativo.
- Dominar estas técnicas requiere una formación y un entrenamiento específico. Confirme a través de un profesional su capacidad para ejecutar estas técnicas, solo y con total seguridad, antes de ejecutarlas de forma autónoma.
- Damos ejemplos de técnicas relacionadas con su actividad. Pueden existir otras que no describimos aquí.
No es indispensable lavar una cuerda semiestática nueva antes de su primer uso, pero hacerlo puede ofrecerle un control más regular en el tiempo, en particular durante las primeras utilizaciones.
El lavado puede ser un simple remojo (24 h) y aclarado con agua fría, a mano o a máquina.
El lavado antes de su uso puede ser interesante, especialmente para las cuerdas que se utilizarán a menudo mojadas o sucias:
- El lavado puede ofrecer un frenado mejor en descenso durante las primeras utilizaciones.
El control del descenso puede ser delicado con cuerda nueva no lavada, sobre todo si está mojada durante las primeras utilizaciones: un líquido puede rezumar fuera de la cuerda, haciéndola jabonosa. Este líquido proviene de los aditivos lubricantes utilizados en la fabricación de los hilos de poliamida y de poliéster, que son evacuados cuando la cuerda está mojada. El lavado antes de la utilización permite aclarar estos aditivos.
- El lavado puede limitar las variaciones de longitud de cuerda en el tiempo.
La poliamida se alarga cuando está mojada, después se encoge con el secado. Al mojarse sucesivamente se va a reducir progresivamente la longitud de la cuerda (a veces más del 10%), lo que puede ser problemático si está ajustada para una utilización precisa. Lavando la cuerda antes de cortarla a la longitud deseada, se minimizan las variaciones de longitud durante la utilización, ya que el encogimiento sucede principalmente durante el primer mojado: con un remojo de 3 a 4 días se puede obtener una retracción de 7 a 8 % de la longitud.
Por qué el lavado no es indispensable:
Todos los ensayos de rendimiento y de certificación de las cuerdas, descensores y bloqueadores se realizan con cuerda nueva no lavada. Por tanto, los rendimientos indicados en las fichas técnicas son válidos, incluso si las cuerdas no han sido lavadas.
Una cuerda no lavada conserva más tiempo sus características de flexibilidad, longitud y elasticidad. El lavado también puede acelerar el desgaste de tratamientos eventuales (por ejemplo, el tratamiento Dry).