La cabeza repleta de sueños
Lise, de alma bohemia, nos hacer viajar a través de sus expediciones alrededor del mundo. Para ella, lo que cuenta es la montaña como un todo. Pero su punto de vista es singular: un espíritu libre y una percepción onírica de la naturaleza para realizar líneas de otro mundo. Con la cabeza repleta de sueños y la audacia necesaria, afronta desafíos técnicos e intrépidos anclando los pies en la roca y con los piolets en la mano. Y para acompañarla en todos sus proyectos, Lise prefiere dar prioridad a unos buenos compañeros de cordada antes que al rendimiento.
La vida de esta alpinista de éxito e inspiradora es una oda al viaje, el descubrimiento y la curiosidad.
Hablamos con Lise
"Una nómada que intenta instalarse en algún lugar...
Así me describiría en pocas palabras. Soy un espíritu libre y escurridizo, pero tengo predilección por algunos lugares que representan mis raíces.
Primero el Verdon.
Océanos de caliza gris perdidos en medio de llanuras áridas.
Después, la Patagonia. Sus montañas apartadas son las que me forjaron como alpinista. Sus formas modeladas por el viento, las luces australes, el desierto de hielo de un lado, el de polvo del otro lado. Los árboles torturados entre los dos. De la expedición de un mes en autonomía a la estancia en El Chalten, pueblo muy dinámico donde se cruzan todos los alpinistas. Estas tierras se caracterizan por sus contrastes y sus quimeras.
Los grandes espacios de Estados Unidos. Las fisuras. ¡Viva el sueño americano y creerse una cowgirl! Un desierto infinito...
Y, por supuesto, el macizo del Mont Blanc. Mi jardín. Donde he decidido instalar mi campo base. Montañas accesibles, pero no por ello menos grandiosas.
Y después, mi atención se centra poco a poco en el Himalaya. Descubrir Pakistán fue toda una revelación. ¡Una mezcla de Patagonia y Chamonix elevada a la décima potencia!"
Lise en su último viaje a Pakistán
Considero el alpinismo y las expediciones un terreno que me permite dar rienda suelta a mi creatividad. Trazar líneas, crear mis propias historias. También es, ante todo, un juego que permite vivir momentos intensos junto a los compañeros de cordada y un momento de gran introspección. ¡Nada puede compararse con una marcha de aproximación para acceder a un campo base apartado y ver el mundo con claridad!
